La amante del silencio
Historia a base de impulsos poéticos
Esto es S. Thala, hasta el río. Después del río, también es S.Thala.
Marguerite Duras, El amor.
Una casa grande, cerca del mar. Tres amores: un amor que chilla, un amor de cuerpos que se aman, un amor sabio y calmo. Una historia en tres momentos o quizá la historia en uno solo, la historia de un solo amor. Una historia sobre el silencio y sus ecos, sobre la palabra que se resiste a aparecer, sobre la muerte.
Una mujer que ama el silencio y una y otra vez observa el batir de las olas, su vaivén, su repetición. Una historia con una gravedad musical persistente, construida con unas pocas imágenes que se multiplican repetidamente y una voz narradora que se reitera y se trans- forma en un eco que desgrana las palabras que se convierten en la memoria de la mujer silenciosa.
La historia de una mujer, de tres hombres, de tres amores, tres historias o quizá una sola.
Memoria de dirección
Al terminar de leer “El Silencio” la novela de Mª Ángeles Cabré, cuando salió publicada en el 2008, tuve la inmediata necesidad de escribir un guión cinematográfico basado en unas pocas imágenes que se fueran multiplicando al mismo tiempo que una voz narradora se reiterara en una especie de eco salido del poderoso texto de la escritora. No lo hice porqué no me vi capaz de encontrar financiación para algo que reivindicaba formas ensayísticas no habituales en la acción cinematográfica. Seis años después, por azares de la vida, conocí una mansión que enseguida me recordó el escenario principal de la novela “El Silencio”. Estaba rodando un corto en ella. Enseguida propuse al equipo artístico y técnico si estarían dispuestos, con las mismas condiciones con las que estábamos trabajando, rodar un largometraje. Todos aceptaron.
“El Silencio” se transformó en “La amante del silencio” y un texto que homenajeaba la escritura de Marguerite Duras también se transforma en una película que no tan solo homenajea las películas de la escritora si no también a un determinado cine de los sesenta, un cine moderno, radical, un cine de experiencia y creación, un cine que establece puentes entre la utopía literaria y la utopía que debe pasar por el arte. En resumen un cine libre. Mi experiencia personal durante todo el proceso de creación de “La amante del silencio” me lleva a reivindicar un término poco apreciado actualmente: el cineasta amateur o sea el cineasta que ama su trabajo, que en realidad es lo que significa la palabra amateur.
Una aventura interior por Mª Ángeles Cabré
La amante del silencio es una historia escrita a base de impulsos poéticos en la cual la protagonista no es tanto la mujer, una mujer concreta, como la condición femenina. La conocemos huyendo del ruido, pero del ruido entendido como todo aquello que la empuja a no poder ser ella misma y le impide articular su verdadera identidad. En un primer momento, esa zozobra que llamamos ruido nos hace pensar en el maltrato de género, sobre todo si lo entendemos como la quintaesencia de esa condena secular que el patriarcado ha infligido a las mujeres en su conjunto negándoles su propia voz.
Huyendo del ruido y caminando hacia el silencio, la mujer se convierte en la amante del silencio, “ya sin temor alguno a contagiarse del ruido”, “inmune a él”. Dirigiendo sus pasos hacia el silencio va en busca de sí misma, de su equilibrio interior. Un camino doloroso, como son todos los caminos, llenos de avances y retrocesos, de ganancias y pérdidas. Hasta que un día la amante del silencio descubre que está decidida a volver a empezar, del mismo modo que tantas mujeres tienen que reinventarse cada día para poder ser quienes en realidad son y no quienes otros han querido que sean.
Drama poético
Duración: 65 minutos
Dirección y Guión
Jordi Cadena
Producción Ejecutiva
Sandra Forn
Dirección de Producción
Gisela Remolins
Dirección de Fotografía
Joan Marc Sastre y Javier Vilchez
Sonido
Arturo Arias
Montaje
Javier Sanz
Mezclas
Albert Manera
Música Original
Joan Vilà